Si bien para algunas organizaciones la idea de un entorno feliz puede ser una utopía, ¡claro que sí es posible ser felices haciendo nuestro trabajo! Está comprobado que los niveles de felicidad que logran alcanzarse son tan parecidos a la felicidad que sentimos cuando compartimos nuestro tiempo con la familia o los amigos, convirtiendo al trabajo en algo más que un medio para conseguir un ingreso: es algo que te ayuda a ser feliz.
¿Qué deben hacer las organizaciones para lograrlo?
Si la felicidad de los trabajadores no estuviera vinculada directamente con la productividad de una empresa, entonces no se preocuparían por ello. La satisfacción en el trabajo ya no es una moda pasajera, es el reto que deben asumir las empresas mexicanas para lograr que sus empleados disfruten de la vida y no la padezcan. Un buen clima laboral, cómodos espacios de trabajo, oportunidades de desarrollo profesional y definir sus parámetros de felicidad, entre otros factores, son importantes para lograrlo.
Pero ¿por qué es importante sentirnos bien en el trabajo? Porque una persona que está contenta y que siente que puede cumplir su propósito personal y de vida en su lugar de trabajo, aumenta su productividad y genera una cultura positiva. Si las empresas conectan emocionalmente con sus empleados, se reducirán sus niveles de estrés (originados por el confinamiento en casa) y se sentirán más motivados, lo que se verá reflejado en sus índices de productividad, compromiso y orgullo por trabajar en su organización.