Las organizaciones están compuestas por personas, lo cual implica que entre ellas se generaran un sin fin de emociones al momento de interactuar. Hemos venido avanzando en el contexto de “inteligencia” que un individuo podría tener, hace algunos años solo evaluábamos el IQ (coeficiente intelectual) y se consideraba que entre más alto fuese, más inteligente sería el individuo, según Howard Gardner propone la existencia de 8 inteligencias (inteligencias múltiples) este modelo vino a equilibrar el campo de las inteligencias entre los individuos, ya que para Gardner el IQ enfocado solo a los conocimientos académicos, dejaba fuera a individuos con otro tipo de habilidades e inteligencias (Inteligencia lingüística, Inteligencia musical, Inteligencia lógica-matemática, Inteligencia espacial, Inteligencia cinética-corporal, Inteligencia intrapersonal, Inteligencia interpersonal e Inteligencia naturalista).

Daniel Goleman, propone además la Inteligencia Emocional y Social, agregando un nuevo elemento a las capacidades de los individuos, hoy sabemos que el sector bursátil en su mayoría se mueve por emociones, (incertidumbre, temor, ansiedad, optimismo, etc.) Decimos entonces que las economías se mueven en base a las emociones y esto incluye a todas las empresas, muy pocas de ellas tienen programas para la correcta gestión de las emociones de los empleados y peor aún, ni siquiera lo consideran como una parte importante en las entrevistas de trabajo.

Hoy la inteligencia social está llamando la atención de las grandes organizaciones y algunas empiezan a considerar este importante factor para la selección de personal, existen varios libros y autores que hablan sobre este importante tema que ninguna organización debe dejar de lado, Karl Albrecht hace mención en su modelo SPACE; 5 características o momentos en los que nuestra inteligencia social debería ser aplicada:

 

  • Consciencia Situacional
  • Presencia
  • Autenticidad
  • Claridad
  • Empatía